Escuchamos mucho de microbiota últimamente, de sus extraordinarios beneficios, de la relación tan importante que tiene con la salud en general de nuestro cuerpo sobre todo de la salud cerebral y de cómo las nuevas estudios científicos nos dan mucha luz para ir comprendiendo el origen de padecimientos crónico-degenerativos de hoy en día.
Sin embargo, no siempre nos hablan de qué hacer para mejorar la calidad de nuestra propia microbiota. No resulta tan difícil equlibrarla, cuidarla, nutrirla y apoyarla.
Si es necesario tomar la responsabilidad en nuestras manos, ser constante con los cambios de algunos hábitos y principalmente observarnos y escuchar a nuestro cuerpo para detectar EN MÍ que es lo que me funciona mejor.
También tocaremos el como ayuda a la inflamación el tener una alimentación consciente para nutrir adecuadamente nuestra micobiota.
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