Portada | Blog | Página anterior
Psicoterapia Apego Psicólogo Terapeuta Trastornos RelacionesObjetales
La psicología es mucho más que saber dar consejos y escuchar con empatía. ¿Temes a la intimidad romántica? La teoría de las relaciones objetales te explica porqué. ¿Te duele la distancia con tus seres queridos? La teoría del apego te explica porqué. ¿Sientes rabia incontrolable cuando te sientes criticado? La teoría de la psicología del Self te explica porqué. ¿Vives sumido en depresión o al borde de caer en ella? La psicología profunda te explica porqué. Y no nada más explicamos, tenemos mucho que hacer al respecto. Aunque el antidepresivo falle, el verdadero autoconocimiento es infalible.
Cada persona vive, desde el momento en que nace hasta el momento en que muere, en un contexto interpersonal. Todo en nuestra vida, desde el desarrollo y el crecimiento hasta las heridas más profundas, la desilusión y el dolor, ocurren en un contexto intersubjetivo. Intersubjetivo quiere decir “el significado que la experiencia tiene para mí como sujeto combinada con el significado que la experiencia tiene para el otro como sujeto, y juntos ambos sujetos creamos un significado que es la suma y combinación de ambos”.
Todo en nuestra vida ocurre en relación. Creces en relación, sufres en relación… si algo no ocurre en relación con alguien más no es tan significativo. ¿Cuántas veces te has encontrado incapaz de disfrutar algo al máximo porque no había nadie junto a ti con quien compartirlo y celebrarlo?
En el contexto interpersonal, un infante nace, se apega a sus papás y a unas cuantas personas más con las que desarrolla una relación cercana. Con las experiencias que tenemos con esas cuantas personas, desarrollamos modelos mentales acerca de la calidad de nuestras relaciones.
Esos modelos mentales nos sirven como diagramas con los que inconscientemente organizamos nuestra visión del mundo e influyen en el desarrollo de nuestra personalidad. También nos dicen qué podemos esperar del mundo, cómo nos van a tratar, cómo debemos sentirnos, qué debemos pensar, cómo debemos actuar, cuánto valemos, cuánto nos quiere la gente, qué tan interesantes somos… cada cosa que tú pienses o sientas de ti misma está codificada en esos modelos formados en los primeros años de vida.
Así que dependiendo de la calidad de nuestras relaciones infantiles, y dependiendo del tipo de modelos que hayamos formado, nuestro desarrollo puede ser óptimo o llevarnos al desequilibrio.
Esos modelos rigen nuestra vida a cada momento. Pensamos que todo el tiempo estamos actuando en el mundo de manera espontánea, pero la realidad es que a cada momento estamos reproduciendo guiones almacenados en la cabeza, y siempre son los mismos. No somos espontáneos, somos automáticos. Y no nos damos cuenta, porque nuestras acciones, pensamientos y sentimientos surgen en automático de esos modelos, que son invisibles.
¿Por qué son invisibles? Porque se forman en nuestra mente antes de que seamos capaces de hablar y pensar; se guardan como instintos, como reacciones programadas inaccesibles para nuestro razonamiento; son elementos de nuestra etapa preverbal, prerracional del desarrollo que forman y al mismo tiempo resultan de nuestras relaciones de apego.
Las relaciones de apego se clasifican en dos categorías amplias: Seguro e Inseguro.
Cuando de niños experimentamos atención materna y paterna consistente, confiable y con empatía, formamos Relaciones de Apego Seguro. Cuando experimentamos diversas formas de abandono, rechazo, abuso o atención inconsistente formamos Relaciones de Apego Inseguro.
Algo importante en esta clasificación entre seguro e inseguro es cómo entendemos las palabras “rechazo”, “abandono” y “empatía”. Aclaremos el significado de estos términos:
Muchas personas me dicen, “Yo no fui abandonado”; “yo no fui rechazado”; “mis papás me trataron siempre con amor y atención”, y, sin embargo, su apego es inseguro. Entonces, ¿qué está pasando?
Abandono no significa únicamente que alguien se vaya de tu lado para siempre. Todos hemos estado físicamente en compañía de personas que no están con nosotros.
Rechazo no significa únicamente el desprecio abierto; todos hemos estado con personas que nunca están de acuerdo con nosotros, nunca reconocen que nuestros pensamientos sean valiosos, interesantes, correctos, etc. Todo critican, todo les parece mal, constantemente piensan y actúan como si fuéramos incapaces de pensar por nosotros mismos. Esas son formas de rechazo que se dan en el contexto del amor…
Y nos falta el término Empatía… Es que amor no es empatía. No se trata de que el otro nos quiera o no. Alguien puede amarnos y maltratarnos; puede amarnos e invalidarnos; puede amarnos e ignorarnos; puede amarnos y sofocarnos con amor… La sobreprotección, por ejemplo, puede ser una expresión de amor, pero no de empatía.
La empatía que necesitamos es que nos vean como personas capaces, inteligentes, suficientes, valiosas, libres, autónomas, independientes; necesitamos que las personas importantes para nosotros no se escandalicen con lo que nos gusta o queremos. ¿Cuántas veces has visto papás que aman a sus hijos pero critican la música que escuchan, la ropa que usan, los deportes que quieren, abiertamente les dicen que ellos no pueden hacer tal cosa bien: “A mi hijo le gusta cantar, pero no canta nada bien”. “Ella quiere ser bailarina, pero con ese cuerpo de ballena ¿cómo se le ocurre?”
Esas cosas nos las dicen nuestros papás… y nos aman. No lo hacen por crueldad. Lo hacen por su propios estados anímicos, pero el niño no entiende eso. Simplemente no saben el efecto que eso tiene: para un niño, la invalidación de lo que le gusta, de lo que quiere, de lo que siente, de sus aspiraciones, de sus pensamientos es, en sí mismo, experimentada como un rechazo de él mismo… no de esas cosas. Si a un niño le dices “la música que escuchas es un asco”, lo que el niño escucha es “Tú eres un asco”.
Un apego inseguro produce ansiedad y otros sentimientos dolorosos, incluyendo ira y depresión. Cuando el apego es muy inseguro puede tener efectos más profundos y causar dificultades permanentes en el desarrollo de la personalidad, así como en la capacidad de la persona de formar y disfrutar de relaciones sanas.
La psicología del apego demuestra que nacemos con la necesidad de contar con una conexión emocional; es parte de nuestra programación humana.
Nuestra capacidad para establecer esa conexión emocional está presente en nosotros desde el día que nacemos y algo muy importante que todos debemos entender es que:
Nuestras experiencias tempranas con mamá y/o papá nos dejan marcados al grado de que, por el resto de nuestra vida, servirán como un manual de conducta, pensamiento y sentimiento que seguiremos al pie de la letra con todas las relaciones importantes que tengamos en la vida.
Cuando mamá y/o papá, de manera confiable, consistente y empática satisfacen nuestras necesidades de ser alimentados, protegidos, amados, de brindarnos calor emocional y consuelo, protección, estimulación, contacto físico y social, y, muy importante, cuando respetan y promueven nuestra autonomía e independencia intelectual, emocional y física, eso nos capacita para establecer el mismo tipo de relaciones a lo largo de nuestra vida.
Aquí, empiezas a darte cuenta de un enorme obstáculo que muchas, muchas personas enfrentamos: Muy pocos papás son verdaderamente capaces de hacer todo eso… quieran o no. Nos aman, nos cuidan, nos alimentan… hicieron lo mejor que pudieron, pero muy pocos papás fueron capaces de hacerlo de manera consistente, constante, empática y en total sintonía como lo requiere todo infante mamífero, como cada uno de nosotros lo necesitaba.
Nuestras relaciones tempranas nos marcan, pero no son nuestro destino definitivo. Está demostrado que esas relaciones tempranas establecen el patrón que seguiremos en nuestras relaciones importantes de manera inconsciente a lo largo de la vida… mientras no aprendamos a hacerlo de manera diferente.
Así pues, la teoría psicológica es mucho más que saber dar consejos y empatizar con el otro. ¿Te da miedo la intimidad romántica? La teoría de las relaciones objetales te explica porqué.
¿Te incomoda muchísimo la distancia con tus seres queridos? La teoría del apego te explica porqué.
¿Sientes una rabia incontrolable cada vez que te sientes rechazado, criticado juzgado? La teoría de la psicología del Self te explica porqué.
¿Constantemente sientes que eres prisionero de una montaña rusa de depresión, ansiedad alegría, esperanza y otra vez depresión y ansiedad de manera inevitable? La psicología en general te explica porqué. Y no nada más explicamos, tenemos mucho que hacer al respecto.
Míralo en tus relaciones sociales, ya sea de amistad, familiares o románticas: Cada relación es un salto al vacío, un acto de fe, un voto de confianza. Las relaciones no funcionan porque las personas no somos felices… y las relaciones felices se forman de personas felices que comparten su vida juntos.
Léelo de nuevo despacito para que lo “escuches” en plenitud:
Las relaciones felices se forman de personas felices compartiendo su vida juntos.
Todo lo que tú traes a cada relación, lo que hace que no funcione… tu parte de la responsabilidad… lo has hecho y lo seguirás haciendo en todas tus relaciones mientras no te armes de valor, paciencia, determinación y disposición para arreglar en ti la parte que sí es tuya.
En las relaciones, el amor es un buen inicio, pero si queremos disfrutar de la conexión duradera del amor y la amistad maduros, necesitamos sentirnos a salvo, seguros. La confianza y la seguridad es lo único que puede crear los cimientos para la intimidad emocional y sexual, los vínculos duraderos, el crecimiento personal y conjunto, el logro de sueños y metas, el vivieron—más o menos—felices para siempre.
En mi filosofía profesional y de vida, el autoconocimiento es la única vía real hacia la felicidad; así que conocerse a uno mismo es la misión que venimos a desempeñar en este mundo. Siempre quise conocerme en detalle, a profundidad, sin que quede un solo rincón de mi mente al que no haya puesto atención y encendido la luz. Por supuesto es imposible, pero el intento es válido.
La misma filosofía llevo al trabajo psicoterapéutico, pero agregando un elemento esencial: No basta entender al consultante ni que se conozca a sí mismo, mi misión es ayudarle a encender la luz en cada rincón accesible, porque una vez que vemos lo que pasa en la mente con pensamientos y emociones, podemos empezar a entender porqué. Al comprender tus motivaciones puedes comprender tu conducta. Al conocer tus pensamientos, emociones y conducta puedes empezar a transformarte a ti mismo, buscando las estrategias adecuadas que atiendan lo profundo y no nada más lo superficial que por más que lo cambies no llega a impactar en lo que realmente te mueve en el interior.
No necesitamos haber crecido en un contexto de abuso y violencia para sufrir dificultades psicológicas. Los desequilibrios psicológicos son mucho, mucho más comunes de lo que nos atrevemos a suponer. Tú, querida o querido lector, conoces a varias personas con trastornos de salud mental; quizá tú mism@ tienes uno. La salud mental es frágil y nos lleva a sentimientos y conductas que hemos aprendido a ver como normales. Nos permiten funcionar en la vida social, profesional y romántica, pero nos impiden el camino hacia la verdadera felicidad y tranquilidad.
Eso significa que obstaculizan el logro de nuestra misión más importante en la vida: conocernos a nosotros mismos para lograr vivir en paz y armonía.
No es normal que te la pases peleando con tu pareja y tus hijos, ni que te sientas insatisfecha todo el día, ni que experimentes miedos e inseguridad a cada paso que das, ni que sientas que no vales, que no eres importante, que si murieras nadie se daría cuenta. No es normal que creas que tienes que sacrificarte a cada segundo del día por los demás para que te acepten y te quieran. Nada de eso es normal, aunque nos han enseñado que sí.
No es normal no vivir la vida intentando ser felices. No venimos a sobrevivir. Eso lo hacen las amibas. No somos amibas.
Conócete a ti misma. Explora la posibilidad de ser feliz, serena, libre y espontánea. Acude a psicoterapia.
Con mucha frecuencia, lo que necesitamos es desarrollar una relación de apego seguro sano, que nos brinda un psicoterapeuta, para sanar nuestras heridas y empezar a relacionarnos sanamente con los demás. Por lo tanto, la química con el terapeuta es como la química con la pareja… no va a pasar nada o va a pasar todo, pero no lo puedes saber hasta encontrar al adecuado para ti; hasta que notes como tu mundo empieza a cambiar después de algunas sesiones.
Ven a terapia.
Este mundo es una maravilla y al no comprendernos y no “trabajarnos”, nos perdemos de la oportunidad que en este mundo solo tenemos los seres humanos… ser felices, vivir en paz, amor pleno, la serenidad de saber que has trabajado por ser todo lo que puedes ser, y lo has logrado.
No hay comentarios.
Artículos relacionados que te pueden interesar:
Vivimos en un mundo donde lo fácil es conectarse, pero lo difícil es entenderse.
De persona a persona
Aliike Bienestar
Recibe el Boletín Aliike y contenidos actualizados sobre temas de bienestar.
Entérate de los nuevos perfiles de profesionales que te pueden atender en todo el país.