Amor de mis entrañas, viva muerte, en vano espero tu palabra escrita y pienso, con la flor que se marchita, que si vivo sin mí quiero perderte

 Federico García Lórca

Los hombres van a la derecha y las mujeres a la izquierda, no es algo que se pueda controlar en el campo de las constelaciones familiares. Por ejemplo si le pido a alguien que represente el conflicto de una persona y el representante se coloca a la derecha sabré que la información tienen que ver con su papá.

Sin embargo, la masculinidad y la feminidad no están determinadas por atributos y características humanas, no es una forma de dirigirse o ser frente a los demás, los hombres no son menos masculinos por recibir dinero de su pareja o por ser tiernos, tampoco son frágiles por no serlo. Y las mujeres no son menos femeninas por desarrollarse exitosamente en una carrera o por expresarse con enojo y defender su punto de vista o ser frías.

En todo ser humano existe la necesidad de ser tierno, sensible, de utilizar el enojo para encarar la injusticia y evitar el abuso o emplearlo cómo recurso. Y todo hombre y  toda mujer se siente pleno al desarrollar su inteligencia emocional y contribuir a  su propia autonomía.

La idea de que los hombres son los  que cazan y las mujeres las  que cuidan, es ajena a la realidad, es obsoleta; los hombres cazadores y las mujeres que cuidan habitan un solo cuerpo, la evolución y el crecimiento posibilitan un horizonte fortalecido por la diversidad.