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déficit de atención hiperactividad impulsividad síntomas emociona
Por Mtra. Olga Lozano
Te invito a leer el siguiente ensayo en dos partes, es importante mencionar que los artículos de la Revista Mexicana de Psicología, los boletines de la UNAM, la Psicóloga Estrella Joselevich y el Dr. Eduardo Barragán son el sustento argumentativo de este texto.
Eusebio y Paty que ignoran lo que sucede con Eusebio. Paty le llama a Eusebio para saber si ya va camino a casa. Eusebio comenta que solo apaga la computadora y sale, pero pasan como dos horas y aún no llega. Paty decide volver a marcarle.
Eusebio se asusta al escuchar el timbre del teléfono y responde: “Disculpa, estoy saliendo. Se me fue el tiempo”. Ella enojada le reclama. Esto sucede muy a menudo entre los dos y es una situación que genera un gran malestar a ambas partes.
O como Rodolfo y Elsa, que son padres de Cintia de once anos. Cintia está más irritable cada que pasa el tiempo, dice cosas fuera de lugar, habla sin ninguna reflexión, interrumpe las conversaciones ajenas, habla sin parar y es notoria una desorganización acentuada.
Se le olvida llevar o entregar sus trabajos a tiempo y continúa distrayéndose fácilmente. Rodolfo y Elsa están cansados de tratar de hacerla entender, de regañarla y de recriminarle sin éxito.
En los dos ejemplos anteriores podemos darnos cuenta del sufrimiento y el alto grado de estrés que ambas partes viven ante dichas situaciones. También observamos cómo los vínculos se van deteriorando con el paso del tiempo. Lo que ambos ejemplos tienen en común es que todos desconocen qué es lo que genera esta problemática.
Es importante tener en cuenta que un tratamiento mejora la calidad de vida, pero también es relevante considerar que la transformación deseada conlleva un tiempo y requiere una adaptación por parte de todos los involucrados. En este aspecto, la tolerancia a la frustración es significativa para transitar el camino de la transformación.
Por lo tanto, hay que distinguir las diferencias favorables que hace un diagnóstico y una intervención multidisciplinaria acertada en la vida de los adolescentes y adultos con TDAH. Todo esto siempre se hace con el objetivo de lograr la aceptación incondicional de “mi funcionamiento, así como el funcionamiento de con quien convivo”.
En 1980 apareció por primera vez la definición de lo que se conoce como Trastorno por Déficit de Atención (TDAH) en el Diagnóstico de Enfermedades Psiquiátricas (DSM III) unificando criterios hasta entonces aislados. La investigación sobre el TDAH tiene una historia interesante y atraviesa por una etapa de muchos descubrimientos. La expansión del conocimiento en el ámbito de la genética, las imágenes del cerebro y la investigación conductual están guiándonos a un mejor entendimiento de las causas del trastorno, cómo prevenirlo y cómo desarrollar tratamientos más eficaces para todos los grupos etarios. (NIMH)
El origen del TDAH es desconocido. Sin embargo, los científicos dicen que surge como consecuencia de diversos factores biológicos (que en muchas ocasiones son de origen genético), nutricionales y psicosociales. (F.E.A.A.) (NIMH). El TDAH es un conjunto de manifestaciones clínicas que afectan el aprendizaje y la conducta del niño/adulto (Barragán, E. 2003).
El TDAH implica que hay alteraciones en el funcionamiento de dos neurotransmisores cerebrales: la noradrenalina y la dopamina. Estos transmisores afectan directamente a las áreas del cerebro responsables del autocontrol y de la inhibición del comportamiento inadecuado. El circuito fronto cerebeloso está alterado o “apagado” en los niños con TDAH, lo que explica el comportamiento disperso. (Barragan, E. 2015).
Para empezar a hablar de los síntomas, comencemos con los signos predominantes en el apartado de la inatención:
En lo referente a la impulsividad, podemos observar que el individuo
Cuando hablamos de hiperactividad, nos referimos a que
En relación a los síntomas emocionales, los signos son los siguientes:
Con respecto al aspecto académico, generalmente tienen
En cuando a las relaciones interpersonales, con dichos comportamientos disruptivos, es raro que generen amistades estables.
Enterate de cuales en la parte II.
Mtra. Olga Lozano
Barragán, E., (2013). El niño y el adolescente con trastorno por Déficit de Atención, su mundo y sus soluciones. Deseret. México
Joselevich, E., (2004). ¿Soy un adulto con AD/HD?. Paidos. Argentina.
Palacios-Cruz, L., De la Peña, F., Valderrama, A., Patiño, R., Cal le Portugal, SP., Ulloa, RE., Conocimientos, creencias y actitudes en padres mexicanos acerca del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Salud Mental 2011; 34:149-155
Palacios-Cruz, L., De la Peña, F., Valderrama, A., Patiño, R., Cal le Portugal, SP., Ulloa, RE., Conocimientos, creencias y actitudes en padres mexicanos acerca del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Salud Mental 2011; 34:151
Yañez, G., Romero, H., Bernal, J., Marosi, E.,Rodriguez, MA., Guerrero, V., Prieto, B., Luviano, L., Trastorno por Déficit de Atenci ón con Hiperactivi dad (TDAH): Coeficiente Intelectual y Funcio -nes Cognoscitivas, Revista Mexicana de Psicología. (2005) 22, (1), pp. 31-41
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